sábado, 6 de noviembre de 2010

GUERRA ISRAEL VS IRÁN

Todo parece estar controlado, las negociaciones contienen el enfrentamiento, pero solo es aparente. El desenlace, la confrontación militar abierta, se retrasa, pero, en opinión de la mayoría de los analistas, es inevitable. Las causas y los intereses estratégicos determinantes están. No desaparecieron. Solo están desactivados, provisoriamente, a la espera de un resultante en el frente político-militar en la ONU. Solo hay una pregunta: Qué día y a que hora Israel va a atacar a Irán.



Juegos, desplazamientos, rumores, señales, estrategias disímiles y convergentes, se cruzan y entrecruzan por estas horas en el escenario de la “información internacional”. La crisis Irán-EEUU-Israel amenaza a cada rato con salirse de una película de suspenso y pasarse a una de terror.
Paciencia: Todo llega, dicen los guerreros sionistas de Tel Aviv. Los únicos que se toman en serio la ojiva de los ayatolas. La estrella absoluta de una trama que puede convertir al planeta Tierra en un desierto lunar.
Hasta ahora, EEUU, Israel e Irán vienen jugando su estrategia en tres dimensiones:
Una “guerra psicológica” (de amenazas y despliegues militares) como forma de disuasión o de presión para negociar una “salida diplomática” en la ONU retardando un enfrentamiento militar abierto, y un “plan programado” de ataque y contraataque como resolución de un desenlace militar abierto.
  

¿Hasta cuando lo podrán hacer?, es la pregunta del millón.

Mahmoud Ahmedineyad (presidente iraní)
El conflicto existe, las razones estratégicas (supervivencia y conflicto económico) existen, los planes militares existen en ambas trincheras, el proceso de acumulación de tensiones y enfrentamiento existe, y para los expertos, en general, solo queda un interrogante en cuatro preguntas ¿Cuándo estallará el conflicto militar? ¿Qué modalidad tendrán las acciones y cuanto durará el conflicto? ¿Quién atacará primero y sobre qué objetivos? ¿Qué reacción (y qué consecuencias) provocará en Medio Oriente y en el resto del planeta?.

Pero ¿cuál es el reloj que marca la hora del desenlace militar en el conflicto con Irán?
Benjamín Netanyahu (primer ministro Israelí)
Hay uno solo: El reloj de la bomba nuclear iraní.
El punto que marca la hora del desenlace militar está señalado por el momento en que Irán esté en capacidad (o lo más cerca posible) de construir su primera cabeza nuclear.
Y aquí las informaciones son contradictorias: para los servicios israelíes Teherán ya está en el “umbral” de la bomba, para la CIA y las agencias occidentales es un proceso que puede durar entre dos y cinco años más, y para la AIEA el régimen iraní oculta aspectos avanzados de su plan para construir una ojiva nuclear en menos de un año.
También en este aspecto hay infinidad de teorías.
Desde que Irán le compró cabezas nucleares a Corea del Norte, hasta que ya tendría ojivas ocultas producidas por su programa nuclear, las teorías conspirativas no tienen límites.
Pero, más allá de las hipótesis, lo concreto, es que la hora del ataque a Irán está señalada por el reloj de su primera bomba nuclear.
Israel y su estado mayor militar son claros: Atacar a Irán para desactivar su capacidad de convertirse en potencia nuclear es una cuestión de supervivencia para el Estado judío.
El interrogante no es si Israel y EEUU atacan o no atacan las usinas de Teherán (los planes están casi reconocidos por el Estado judío), sino el momento que eligen para hacerlo.
El punto preciso, la hora señalada, solo lo conocen los estrategas y los mandos superiores USA-israelíes.
Cuyas decisiones reales (ocultadas y deformadas por la estrategia de la propaganda y la acción psicológica) nunca van a salir publicadas en la prensa internacional.
En resumen, la hora señalada del ataque a Irán se ajusta y determina por el nivel de desarrollo de su proyecto nuclear y por su capacidad para fabricar una ojiva con carga atómica.


Para Israel, el ataque a Irán no es un objetivo militar, es una cuestión de supervivencia (

Pocamadrenews

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